En ocasiones, a nivel médico, es posible encontrarse con diversos tipos de «cuerpos extraños» en lugares insospechados dentro de la anatomía humana de un individuo. De hecho, el famoso caso de Homer Simpson y la barra de cera para colorear no tiene nada que envidiar a algunos casos extraños que repasamos en EL ESPAÑOL.
Sin embargo, hay situaciones que hoy en día continúan sorprendiendo a la comunidad médica, como fue el caso de Lin, un adolescente de 13 años que decidió que era buena idea meter hasta 29 bolas metálicas dentro de su pene por «curiosidad» según han informado diversos medios chinos.
Así lo admitió el joven cuando, a principios del mes de mayo, acudió al Hospital de Niños de Xi’an en la capital de la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China. Los cirujanos lograron extraer todas las bolas metálicas, que habían estado dentro de la uretra de Lin durante los últimos tres meses. El menor se sentía tan avergonzado que no solicitó anteriormente atención médica.
Según el Dr. Zhang Yanyan, urólogo infantil que trató al adolescente, se introdujo las bolas de metal en su uretra cuando «estaba jugando con ellas», y que lo hizo «por experimentar». Posteriormente se sintió incómodo y trató de sacarlas de nuevo, pero al tratarse de metal imantado algunas se agruparon y quedaron atascadas en el conducto.
Posteriormente el joven evitó confesar la hazaña a sus padres por la vergüenza que sentía, aunque llegó a experimentar graves dolores abdominales hasta que se atrevió a solicitar atención médica.
En este caso, lo que llamó la atención de sus padres fue ver a Lin cojeando cuando caminaba. Al interrogarle, el chico acabó confesando la embarazosa peripecia.
Anteriormente ya se habían producido incidentes de similares características en el Gigante Asiático. En el este de China, otro niño de 11 años de edad llegó a introducir hasta 70 bolas magnéticas en su pene también «por curiosidad».
Pero no se trata de casos aislados. En un estudio publicado en la revista JRSM Short Reports los urólogos comentaban que existían muchos casos de cuerpos extraños insertados en la uretra. Uno de los ejemplos más destacados fue el de un hombre de 62 años que llegó a introducir tres pilas AAA con el objetivo de buscar «placer uretral».
Evidentemente, introducir cualquier tipo de cuerpo extraño en la uretra puede ser peligroso, tanto por el potencial daño físico que puede ocasionarse sobre la misma, como por el alto riesgo de infección.
Finalmente, como médico de urgencias, yo también he llegado a tener la «oportunidad» de ver casos de este tipo. En aquella ocasión se trataba de un joven originario de Estonia -y que no hablaba ni inglés ni español- que llegó solicitando antención porque «tenía algo dentro del pene» y «le sangraba».
Finalmente, con la ayuda de Google Translate, al final el paciente nos consiguió contar que hacía dos días que se había metido un alambre dentro de la uretra, pero que se le había roto y ahora sangraba cuando orinaba.
Tras llamar al urólogo de guardia, se consiguió detectar realmente la existencia de un alambre de dos grosores dentro de la vejiga del paciente, el cual también en este caso optó por no contarnos por qué había llegado a esa situación.