Tememos a la palabra cáncer pero, por suerte, la ciencia ha avanzado mucho según la enfermedad, y éste es el caso en el linfoma de Hodgkin, el cáncer más frecuente entre los adolescentes y adultos jóvenes, entre los 15 y 30 años.
Hoy en día las posibilidades de curación total se sitúan por encima de un 85% de los pacientes.
En concreto, se trata de un cáncer de los ganglios linfáticos o del sistema linfoide, el principal protagonista del sistema inmune, y que nos ayuda a proteger el cuerpo de infecciones y enfermedades. El sistema linfático está compuesto básicamente por la linfa, los vasos linfáticos, los ganglios linfáticos, el bazo, el timo (órgano donde maduran los linfocitos, situado en el pecho, detrás del esternón), las amígdalas, y la médula ósea.
«Básicamente se suelen alterar los linfocitos, y suelen transformarse en células tumorales, dando lugar al Linfoma», explica en una entrevista con Infosalus el presidente electo de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), el doctor Ramón García Sanz.Generalmente, esta enfermedad se manifiesta por primera vez en una hinchazón de los ganglios, sobre todo de los situados en el cuello, y a continuación va afectando al esto de ganglios del cuerpo. Se puede también extender a órganos cercanos y a otros que están en la distancia también. «Se comporta como cualquier otro tumor convencional», remarca el hematólogo del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, y el responsable de llevar a los paciente con Linfoma de Hodgkin.
«La linfa (un líquido claro), que transporta a los linfocitos (tipo glóbulo blanco), se desplazan a través de los vasos linfáticos hasta los ganglios linfáticos, donde los linfocitos destruyen las sustancias que son dañinas para el cuerpo», explica en este sentido el Instituto Nacional del Cáncer norteamericano.
En concreto, describe que la linfa entra en la sangre a través de una vena grande cerca del corazón. El tejido linfático se encuentra también en otras partes del cuerpo como el estómago, la glándula tiroidea, el encéfalo y la piel. De esta manera, el cáncer se puede diseminar al hígado y los pulmones, según precisa, a la vez que puntualiza que los linfomas se dividen en dos tipos generales: Linfoma de Hodgkin y Linfoma no Hodgkin.
Entre los signos del Linfoma de Hodgkin en adultos se incluyen los ganglios linfáticos inflamados del cuello, las axilas o la ingle; fiebre sin razón conocida; sudores nocturnos excesivos; pérdida de peso sin razón conocida; picazón en la piel; o sensación de mucho cansancio.
MÁS DE UN 85% DE POSIBILIDADES DE CURACIÓN
Por su parte, el también coordinador del subcomité de Linfoma de Hodgkin del Grupo Español de Linfomas y Trasplantes de Médula Ósea- GELTAMO- e investigador del Centro de Investigación del Cáncer (CIC), el doctor Ramón García, subraya que otra de las características de esta enfermedad es que su expansión es muy lenta, y especialmente al tratarse de personas jóvenes los afectados, el proceso dice que puede durar varios años.
Es más, destaca que fue uno de los primeros tumores que se curó en torno a los años 40 con radioterapia. «Ahora mismo hay un 85% de pacientes que se curan tras el tratamiento (de 3 a 5 meses de quimioterapia, y en algunos casos algo de radioterapia también). El tumor desaparece y se puede hacer una vida totalmente normal. Se les suele vigilar unos 5 años a estos pacientes, y después ya no es necesario», celebra.
Eso sí, de ese 15% que no se curan a la primera, se les trata con quimioterapia más intensiva antes de realizarles un trasplante autólogo de médula ósea (de uno mismo, de tus propias células), y se curan más o menos la mitad de estos.
Quedaría otro 5-7% que no se curan o son más resistentes a los tratamientos, y en los que se prueban otros métodos, como la inmunoterapia o los trasplantes alogénicos (trasplante de células madre de otras personas). «Toda la obsesión en este momento está centrada en aumentar las posibilidades para estar población tan joven y resistente a tratamiento. Para ello se intensifica el tratamiento antes de trasplante, entre otras vías», destaca el presidente de la SEHH e investigador del CIC.
El Linfoma de Hodgkin afecta por lo general también más a los hombres que a las mujeres, y el doctor García Sanz recuerda que, aunque se trata de una enfermedad más frecuente entre la población joven de 15 a 30 años, hay otro foco de afectados a partir de los 60, aunque mucho menor que en los jóvenes.