Las estaciones del año traen conocidos cambios en el clima, en la cantidad de luz solar y en la floración. Aunque en nuestro país no se ven tan marcadas las estaciones, los cambios de temporada que suceden, como por ejemplo el inicio de la primavera, contribuyen al desarrollo de algunos malestares alérgicos, dentro de estos se encuentra la conjuntivitis.
La conjuntivitis es una inflamación o irritación de la membrana transparente llamada
conjuntiva que cubre la parte blanca del globo ocular. Puede ser ocasionada por alergias o
por una infección bacteriana o viral. La alérgica es un padecimiento muy común durante la
primavera por el polen.
Según explica la doctora Cristal Manzanillo Rosario, Especialista en Córnea y Cirugía
Refractiva, la conjuntivitis alérgica es una afección ocular causada por la exposición a una
sustancia del ambiente llamada alérgeno, como el polen o el polvo. Esta exposición
provoca una respuesta exagerada del sistema inmunológico, que libera histamina y otros
químicos que causan inflamación, enrojecimiento, picazón y lagrimeo. Por lo tanto, las
alergias se desatan cuando una persona entra en contacto directa o indirectamente con
algún alérgeno.
La doctora Manzanillo indica que hay dos tipos de conjuntivitis alérgica: la conjuntivitis
alérgica estacional se debe a las esporas de hongos o polen de árboles, hierbas o arbustos
transmitidos en el aire, que generalmente la vemos en primavera, final del verano y
principios de otoño. Pero también está la conjuntivitis alérgica perenne que se debe a
ácaros del polvo, caspa de animales u otros alérgenos no estacionales y se da todo el año.
Los síntomas de ambas alergias son prurito ocular (comezón), enrojecimiento del ojo,
sensibilidad a la luz, edema o hinchazón palpebral, secreción acuosa o lagrimeo y se
acompaña de rinitis concomitante o estornudos.
Tratamiento
Según la especialista, en la actualidad existen diversos tratamientos para la conjuntivitis
alérgica, que van desde el uso de antihistamínicos y esteroides tópicos, hasta la
inmunoterapia con alérgenos. También se puede emplear antialérgicos vía oral y
compresas frías. Lo ideal es no auto-medicarse y mucho menos frotarse los ojos porque
también puede traer consigo otras enfermedades o patologías a nivel de la córnea como
es el queratocono.
La prevención sigue siendo clave en el manejo de la conjuntivitis alérgica, y evitar la
exposición a los alérgenos conocidos sigue siendo la mejor estrategia para prevenir la
aparición de los síntomas. Recordar que la comezón en los ojos no es normal y lo ideal es hacerse un examen oftalmológico para dar un tratamiento adecuado y así evitar el frotado ocular.