Gracie Corrigan, una niña del estado de Oregón (EE.UU.) que actualmente tiene 5 años, fue diagnosticada con cáncer a los 2 años. En 2016, los médicos le encontraron 10 tumores cancerosos en un ojo y el nervio óptico. La enfermedad se reveló de casualidad cuando la madre de la niña, Elly Smith, se dio cuenta de un extraño brillo que se observaba en el ojo de la niña en una foto.
«Sabía que algo andaba mal con Gracie porque su ojo estaba brilloso y parecía tener el párpado un poco caído», sostuvo Smith, citada por el portal Survivor.net.
La mujer de inmediato llevó a su hija al médico, que le diagnosticó retinoblastoma, una rara forma de cáncer que comienza en la retina del ojo. En una clínica oftalmológica de la ciudad de Filadelfia, donde Gracie y su madre viajaron para ser atendidas por expertos, los doctores hallaron la presencia de al menos 10 tumores oculares malignos.
Cirugía y quimioterapia
El terrible diagnóstico obligó a la familia de Gracie a tomar una decisión muy dura e inmediata. Al segundo día, el ojo de la menor fue removido.