Santo Domingo.Esperanza contra males de la sangre Hay buenas noticias para pacientes que sufren enfermedades de la sangre como anemia falciforme y talasemia beta y que podrían necesitar un trasplante de médula ósea. Un nuevo protocolo de tratamiento eleva casi en un cien por ciento las probabilidades de éxito de trasplantes de donantes no compatibles.
Desarrolladas por médicos del hospital Johns Hopkins (Estados Unidos), nuevas directrices contemplan un aumento en la dosis de radiación que el enfermo recibe previo al trasplante.
Los trasplantes de médula ósea, única cura conocida para la anemia falciforme y la talasemia, no son nuevos. Tampoco los trasplantes de donantes no compatibles.
La novedad, aclara el mexicano Javier Bolaños-Meade, profesor asociado de la cátedra de oncología en el Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins, consiste en el aumento en la expectativa de éxito: “Mejoramos la tasa de éxito de la mitad a casi el cien por ciento. Ahora podemos hacer trasplantes de donantes que no son compatibles y asegurar una alta probabilidad de éxito con bajas toxicidades”.
Este avance da mayores esperanzas a los afectados. Y es que, de acuerdo con Bolaños-Meade, solo cerca del 10 % de las personas diagnosticadas con anemia falciforme o talasemia cuentan con algún donante compatible.
“A pesar de que se sabía que el trasplante era una opción, lo era para muy pocos pacientes. Con lo que acabamos de hacer demostramos que casi todo el mundo tiene un donador”, asegura el médico a LISTÍN DIARIO.
Un “pequeño ajuste”
Normalmente, antes de un trasplante de médula ósea, el enfermo es sometido a bajas dosis de quimioterapia y radioterapia. Esto se hace para prevenir que su organismo rechace el tejido trasplantado, grave complicación conocida como enfermedad injerto contra huésped.
Bolaños-Meade y su equipo elevaron la dosis de radiación, pero esta, explica el médico, sigue siendo baja en comparación con otros tratamientos.
No se han evidenciado efectos adversos inmediatos como consecuencia de este “pequeño ajuste”.
Se sabe que la radiación puede afectar la fertilidad; sin embargo, reconoce el especialista, “el seguimiento que se le tiene que dar a estos pacientes para estar seguros de que el incremento de la dosis de radiación no va a causar problemas necesita ser mucho más largo”.
Patología
La anemia falciforme (denominada también anemia drepanocítica) y la talasemia beta impactan negativamente la calidad de vida de quienes las padecen.
La talasemia puede ameritar transfusiones sanguíneas frecuentes, mientras la anemia falciforme puede resultar muy debilitante.
El paciente aquejado de anemia drepanocítica (que afecta al 5 % de la población mundial, y tiene alta prevalencia en Centroamérica y el Caribe) puede padecer dolor, hacer crisis que obliguen a hospitalizarlo durante meses y sufrir daños en diferentes órganos.
“En el momento en que se le hace un trasplante exitoso, todo eso deja de ocurrir”, comenta Bolaños-Meade, quien, no obstante, aclara que el daño producido por la enfermedad antes del trasplante no se corrige con este procedimiento.
Antes de optar por un trasplante de médula, procedimiento que se puede realizar incluso en bebés, el equipo médico debe asegurarse de que el paciente lo necesite en realidad.
“Hay pacientes que tienen este tipo de enfermedad que llevan una vida relativamente normal”, señala el médico.
Para ellos, un trasplante conllevaría un riesgo innecesario.