Cuidar la salud bucal es crucial en todas las etapas vitales del ser humano, desde el periodo gestacional y hasta los momentos más avanzados de la vida. Y es que una mejor salud de la boca no sólo se asocia a una mayor calidad de
vida, sino que también favorece una mejora significativa de otros parámetros más allá de la cavidad oral, evitando, amortiguando o contrarrestando muchas amenazas que ponen en riesgo la salud general. Así se ha puesto de relieve en el VII Simposio Dentaid-Sepa en Madrid, que ha acogido a cerca de 8.000 profesionales en un formato híbrido e interactivo.
Como ha destacado el presidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), José Nart, “la salud debe entenderse desde un punto de vista global y, por tanto, la atención a la salud bucal debe de estar contemplada como una necesidad, más aún cuando se conoce sobradamente su firme y estrecha relación con la calidad de vida”.
En este encuentro se han puesto al día evidencias, tendencias y opiniones de expertos sobre el abordaje de la salud bucal a lo largo de la vida. La trascendencia e impacto sanitario del evento y los temas a abordar se ha acompañado con la participación de expertos de reconocido prestigio en distintos ámbitos de la salud.
Todas las sesiones se han estructurado teniendo en cuenta diferentes fases de la vida y también resaltando momentos clave del desarrollo de los seres humanos donde la salud de la boca adquiere un especial
protagonismo.
El responsable de Investigación y Desarrollo de Dentaid, Joan Gispert, ha destacado el papel de la investigación para diferenciar lo que es una boca sana de una boca con patología e identificar cómo se puede actuar desde la prevención para mejorar la salud bucal de las personas durante toda la vida. “Gracias a la investigación sabemos que lo que sucede en nuestra boca impacta en todo el organismo y que gracias a la prevención es posible evitar
9 de cada 10 problemas bucodentales en las personas”, aseguró.
En el Simposio se ha contado con la participación de la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ha puesto en valor la importancia de este tipo de encuentros y que en un videomensaje ha reconocido que el Ministerio de Sanidad está trabajando en la puesta en marcha de una serie de medidas encaminadas a incorporar más prestaciones de salud
bucodental como parte de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, con la finalidad de hacer más accesible a toda la población estos recursos, de forma equitativa e incentivando la detección y abordaje precoz de las enfermedades bucodentales.
La salud bucal en edades avanzadas, un momento clave El programa científico ha partido de una sesión sobre avances en investigación y su traslación y aplicación clínica.
Asimismo, con el foco en el adulto mayor, un elenco de expertos ha puesto de manifiesto como en todas las etapas de la vida es crucial un óptimo cuidado bucal, pero en edades avanzadas es donde se evidencia una relación más
estrecha entre la salud bucal y general, con importantes consecuencias en la calidad de vida. Y es que, al aumentar la edad de la población, se incrementa la posibilidad de tener alguna limitación o alguna enfermedad crónica, siendo más frecuente la pluripatología y elevándose el riesgo de mayor afectación debida al paso del tiempo.
Según ha recordado Lorenzo de Arriba, estomatólogo y profesor de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, “la salud bucal influye en la calidad de vida de los mayores afectando incluso a su autoestima, además, el cuidado de la boca debe iniciarse lo antes posible”.
Asimismo, ha resaltado que “un envejecimiento saludable favorece la longevidad, por este motivo es importante cambiar la conciencia social no solamente en las necesidades sino también en los derechos de la población”.
En la boca se detectan problemas derivados de la función durante más tiempo, otros que tienen que ver con las patologías sistémicas, pero también aquellos derivados de la medicación para tratar dichas patologías.
En la población de edad avanzada, las patologías bucales más frecuentes son las infecciones, especialmente las enfermedades periodontales, pero también hay una alta prevalencia de patologías relacionadas con la
disfunción salival y tumores. La caries, una mayor predisposición a sufrir otras infecciones oportunistas y el edentulismo son también trastornos frecuentes en este grupo de personas.
En este sentido, cobra especial relevancia la prevención para evitar la caries y la pérdida de dientes debido a la enfermedad periodontal.
“Los cuidados no deben hacerse sólo por estética”, como ha aclarado Cristina Navarro, higienista dental con dedicación exclusiva a la Periodoncia e Implantes; así, por ejemplo, el edentulismo, puede afectar a la
hora de llevar una alimentación adecuada, imposibilitando la correcta masticación de los alimentos y, por tanto, produciendo otros problemas a nivel sistémico. “También puede mermar la autoestima y la forma de relacionarse de las personas mayores”, ha asegurado esta higienista, quien ha subrayado que “el control de placa sigue siendo el método preventivo esencial en los pacientes en edades avanzadas”. “es esencial el compromiso de los odontólogos de formar y concienciar no solo a las personas mayores sino a cuidadores familia de las personas dependientes para que tengan la información básica que impacta tanto en su salud bucal como en su calidad de vida”.
Por todo ello, se ha demandado mayor accesibilidad de las personas mayores a una atención odontológica de calidad, y no solo en cuanto a los aspectos formales, burocráticos y de gestión, sino en aquellos que incluyan la cercanía de estos servicios; y también se ha exigido la presencia de un dentista y una higienista en los centros geriátricos. Incluso, se ha sugerido que, dado que se trata de una población frecuentemente usuaria de diversos servicios sanitarios, “ésta puede ser una oportunidad para implementar medidas preventivas como pueden ser los cuidados de higiene bucal o consejos nutricionales”, ha apostillado Lorenzo de Arriba.
En cualquier caso, tal y como se ha puntualizado en este simposio, no debería considerarse a las personas mayores como un grupo homogéneo; de hecho, se puede distinguir desde mayores independientes, autónomos e integrados socialmente hasta personas claramente dependientes, que “precisan cuidadores profesionales o no profesionales adecuadamente formados para mantener bien su salud bucal”, como ha solicitado Víctor Gil, profesor asociado en Gerodontología, Pacientes Especiales, Medicina Oral y Odontología Preventiva, quien ha aclarado que los tratamiento bucodentales a emplear en pacientes muy mayores y frágiles (según él, de la 4ª edad), “deben ser preventivos y mínimamente invasivos”.
En esta misma línea, se ha reconocido que, ante el esperado incremento demográfico que vamos a tener en España en los próximos años, los equipos de salud bucodental deben ir preparándose y formándose para tratar adecuadamente a esta población en auge”.
En esta mesa también se ha profundizado en el papel de la microbiota oral y su significativo papel en el envejecimiento; y es que, como ha afirmado la Dra. Vanessa Blanc, directora del área de Ciencia traslacional en el Dentaid Research Center, “puede influir en la longevidad, al actuar sobre los riesgos de enfermedad”. Ahora no sólo
sabemos que “la microbiota evoluciona con la edad y es un factor de longevidad importante”, sino también que “el envejecimiento y el mal control de placa dental contribuyen a mayor abundancia de microorganimos orales con impacto en el desarrollo de patologías sistémicas”, ha aclarado esta experta.
¿Y en la edad adulta?
Sobre la salud bucal en la etapa adulta, expertos han desgranado algunos de los aspectos más controvertidos y de interés clínico que se están abordando en el ámbito de la Periodoncia en los últimos años, como la relación entre algunas enfermedades de las encías, como la periodontitis, y destacadas enfermedades sistémicas; sobre esta conexión también se ha centrado Mariano Sanz, catedrático de Periodoncia por la Universidad Complutense de
Madrid y director del grupo de investigación ETEP.
Aportando datos concretos, Ana Echeverría, periodoncista y directora científica de la revista ‘Cuida tus Encías’, ha indicado que “la periodontitis no sólo es la sexta complicación de la diabetes, sino que también incrementa el riesgo de ictus isquémico en 2´8 veces y el riesgo de desarrollar demencia en 1´7 veces”. En este sentido, Alex Arredondo, investigador del Área I+D en el Dentaid Research Center, ha reconocido que “Nos marca mucho donde nacemos ya que el biofilm bucal puede estar condicionado por la genética de las personas, el nivel económico, el acceso a recursos de salud, etc. Y, en definitiva, la salud bucal de las personas también está marcada por su entorno”.
Por las clínicas dentales pasan anualmente el 57% de adultos en España, muchos de los cuales no saben que padecen estas enfermedades o el riesgo de padecerlas. De ahí el interés de la iniciativa Promosalud, puesta en marcha por SEPA con la colaboración de Dentaid. Se trata de protocolo que ya han adoptado más de un millar de clínicas dentales en toda España, donde se incluyen un conjunto de recomendaciones para implementar en la consulta dental y que permiten el cribado de enfermedades como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial antes de que lo conozca el propio paciente.
Cuidar la salud bucal: cuanto antes, mejor Los factores de riesgo asociados al inicio y desarrollo de la mayoría de las
enfermedades bucales, como lo son la periodontitis o la caries, o incluso de otras enfermedades sistémicas crónicas no transmisibles, están asociados con el estilo de vida, como el consumo de tabaco, el mal control de placa, los hábitos alimenticios o el sedentarismo, entre otros. La parte positiva es que todos estos factores son modificables y, si somos capaces de evitar los hábitos nocivos y potenciar los saludables, podremos prevenir las enfermedades, tal y como ha defendido Begoña Mulet que es la psicóloga clínica del Centro de Salud Mental infantil y Juvenil de Reus, del Institut Pere Mata.
En el caso de la población juvenil y adolescente, se ha defendido la necesidad de desplegar estrategias de motivación para conseguir el cambio de hábitos, ofreciendo
información con referencias en el presente y no en referencias de futuro y alejados de la
juventud. Y, en concreto, se han señalado los riesgos para la salud bucal que supone el
tabaco, así como los derivados de la presencia de piercings o de alteraciones del
comportamiento alimentario. “Hay que adoptar adecuadas normas de higiene oral y
alimentación, en aras a minimizar la génesis de patología dentaria o mucosa en la etapa
previa a la edad adulta”, ha comentado Paloma Planells, profesora Titular de
Odontopediatría de la Universidad Complutense de Madrid.
En general, para beneficiar la salud oral y general del niño y adolescente, “debemos intentar sentar las bases concretas de una correcta motivación, supervisión y control periódico de los menores que los responsables tengan a su cargo”, recomienda Planells.
En su intervención se ha incidido en aspectos clave de la salud bucal durante la infancia, subrayando que una buena salud de la dentición temporal en niños conlleva una buena salud de la dentición permanente en adolescentes.
Y para asegurar este objetivo hay que combatir dos grandes amenazas: los traumatismos dentales y la caries. Los traumatismos dentales en niños son difíciles de prevenir, pero existen protocolos validados para su manejo, con recomendaciones claras para padres y cuidadores, y con guías clínicas para el dentista. En cuanto a la caries, los expertos coinciden en señalar que se puede prevenir, pero sigue siendo la patología más frecuente en la etapa infantil; de hecho, en palabras de Paloma Planells, “aunque todos nacemos sin caries, las estadísticas nos dicen que el 100% de la población tiene o tendrá experiencia de caries a lo largo de su vida”. Para limitar su impacto resulta crucial atender a tres factores clave: el control de placa, el uso de flúor y el consumo de azúcar.
Y también durante el embarazo es crucial el cuidado de la salud bucal, tal y como ha expuesto en este encuentro Isabel Lanzós, profesora Colaboradora del Máster de Periodoncia de la Universidad Complutense de Madrid. Una deficiente salud periodontal de la madre se asocia con un bajo peso al nacer del feto o con un mayor riesgo de tener
un parto prematuro (en nuestro país del 10 al 15% de los niños nacen prematuramente).
Partiendo de esta realidad, se ha aconsejado en este foro realizar una historia clínica muy detallada de los niños, incluyendo las condiciones en las que ha nacido el niño y sus datos neonatales, ya que esto tiene una influencia clara en la patología bucal que pueden padecer en el futuro estos niños; y es que, “conociendo las circunstancias que rodean al momento del nacimiento de cada paciente, se puede contribuir a mejorar de forma individual los parámetros orales afectados por un nacimiento prematuro, incrementando la calidad de vida futura de estos niños, a través de su salud oral”, ha asegurado la Prof. Planells.
En esta misma línea, el Dr. Rubén León, responsable de investigación de microbiología del Dentaid Research Center, ha destacado cómo gracias a la investigación se conoce en la microbiota de un niño intervienen aspectos previos al nacimiento. “Hay al menos cuatro factores que influyen directamente en la evolución de la microbiota bucal
y en la dentición del niño: la genética, el tipo de parto, el consumo de antibióticos en el embarazo, y los hábitos de lactancia”, ha expuesto el Dr. León.
Como punto culminante del Simposio, se ha celebrado una tertulia, donde el periodista de “El País” Oriol Güell ha puesto de relieve la necesidad de potenciar la información en salud bucodental, y que ésta se sustente en fuentes fiables y basada en la evidencia; por su parte, el experto de la Escuela Andaluza de Salud Pública Joan Carles March animó a contar con la experiencia del paciente para acercar a la población general el mensaje sobre los
beneficios de una buena salud bucal.