El seguimiento de una dieta adecuada, tanto en cuanto a aporte energético para mantenimiento del peso deseable, como equilibrada en nutrientes, para evitar excesos y sobre todo deficiencias, así como la correcta planificación de la misma, es condición básica para un buen control metabólico de cualquier tipo de diabetes. Sin una dieta adecuada y bien planificada como punto de partida, ni se logra ese control ni es posible esperar un buen efecto de los antidiabéticos orales o de la insulina, cuando se requieran.
El consejo dietético por un profesional calificado , tiene como misión evitar las hiperglucemias y las hipoglucemias y posponer o impedir las complicaciones secundarias de la enfermedad tales como complicaciones vasculares, renales, nerviosas y oculares. Intenta normalizar la glucemia, las concentraciones de insulina, las anomalías lipídicas, las alteraciones de la presión arterial y las alteraciones de la coagulación, etc.
La dieta debe tener en cuenta además situaciones fisiológicas (por ejemplo, gestación, ejercicio físico, etc.), o patológicas (especialmente aterosclerosis).
Por último, la dieta debe ser atractiva y realista, siendo los alimentos que la componen los habituales de la comida familiar lo que facilitará el apego o éxito del paciente con relación al objetivo de la dieta.
Las recientes recomendaciones para el tratamiento dietético de la diabetes mellitus van en el sentido de una dieta que incluya hidratos de carbono complejos y fibra alimentaria, intentando reducir al máximo las grasas, en especial las saturadas. El consejo dietético debe ser siempre individualizado sobre la base de la edad, necesidades energéticas, perfil metabólico y costumbres alimentarias. Por tanto no existe una dieta única para el paciente diabético la personalización dependiendo del estado de salud general de cada paciente es vital para lograr un buen equilibrio metabólico en el paciente diabético tomando en cuenta los siguientes factores:
• Tipo y severidad de la diabetes.
• Tipo de antidiabético: insulina o antidiabéticos orales.
• Hábitos alimentarios: tipo de alimentación y distribución horaria.
• Grado de actividad física del trabajo.
• Práctica de ejercicio físico.
Consejos básicos para evitar y mantener la enfermedad controlada:
Las recomendaciones que se indican a continuación son válidas para todo tipo de diabéticos, aunque son obligatorias para los pacientes insulino dependientes:
• Mantén un peso saludable: La obesidad va ligada a un aumento en la resistencia periférica de insulina, por lo cual un objetivo prioritario de los diabéticos tipo 2 con obesidad es la reducción de peso. El restablecimiento del peso adecuado en obesos diabéticos tipo 2 suele recuperar en muchos casos el nivel glucémico, por mejor tolerancia a la glucosa, consecuencia de una menor resistencia a la insulina. Se produce asimismo una disminución de la secreción de insulina y otros efectos metabólicos como especialmente el descenso de los niveles de triglicéridos sanguíneos.
• Distribuye tus comidas principales y meriendas dependiendo de la actividad física, hábitos alimentarios y requerimiento insulínico (tipo de insulina y pico de máxima acción).
• Sigue regularmente la planificación dietética y régimen de vida, no lo hagas por temporada, hazlo parte de tu estilo de vida.
• Haz ejercicio físico al menos 3 dias por semana una hora cada día esto hará que aumente la captación de glucosa por el músculo y la tasa
de liberación de insulina desde los puntos de inyección.
• Olvidate del mito de no consumir hidratos de carbono porque eres diabético el punto aquí es que deben ser hidratos de carbono complejos y deben estar presentes en todas las comidas y refrigerios
por las razones siguientes:
– Evitan las hipoglucemias.
– Mantienen mejor el nivel de glucemia.
– No conducen a una gran elevación postprandial de glucosa.
• Grasas y proteínas se localizan fundamentalmente en las comidas principales, aunque pueden estar también en refrigerios.
• La frecuencia de comidas será variable, aunque con tendencia de dos o tres comidas principales y de uno a tres refrigerios, pudiendo decirse que la recomendación más óptima sería de tres comidas y tres refrigerios. (Todo va a depender de tus necesidades )
• Busca ayuda profesional y evita complicaciones, no olvides visitar el nutriólogo que es quien se encargará de efectuar el plan nutricional adecuado para ti.
Por: Dra. Natalis Tejada Especialista y Magister en nutrición Clínica
Centro Médico Quirúrgico Dr. Rodríguez Colón Mao, Valverde.
@dra.natalistejada