Santo Domingo. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hizo un llamado a garantizar la salud mental de los niños, niñas y adolescentes en República Dominicana como un derecho fundamental, e instó a fortalecer la inversión pública en este ámbito.
De acuerdo con datos del informe Estado de la Situación de los Niños, Niñas y Adolescentes ante la Violencia en República Dominicana, entre 2017 y 2021 se registraron 17 suicidios en menores de apenas 8 a 10 años, mientras que en 2022 la cifra ascendió a 19 casos en personas menores de edad. Los adolescentes entre 15 y 17 años continúan siendo el grupo de mayor vulnerabilidad, aunque UNICEF advierte que el subregistro impide dimensionar el problema en toda su magnitud.
“Cada niño y cada niña necesita espacios de escucha, afecto y acompañamiento para crecer con esperanza”, expresó Anyoli Sanabria, representante interina de UNICEF en el país, quien destacó también la necesidad de visibilizar la salud mental de los varones adolescentes, frecuentemente afectados por estigmas que dificultan la expresión emocional.
UNICEF recordó que la salud mental no debe verse como un lujo ni un privilegio, sino como un derecho que debe estar al alcance de todos los niños, niñas y adolescentes, sin distinción de condición social, económica o migratoria. En ese sentido, la organización mantiene una alianza con el Instituto de Salud Mental y Telepsicología (ISAMT) para desarrollar programas integrales que promuevan el bienestar emocional en centros educativos y fortalezcan las redes de prevención del sufrimiento psíquico.
Una de las iniciativas más significativas es la Línea Familiar, un servicio gratuito de atención psicológica que, en sus cinco años de funcionamiento, ha acompañado a más de 9,000 jóvenes. Solo en 2024, se atendieron 662 contactos de personas menores de 24 años, principalmente adolescentes que buscaban ayuda por ansiedad, depresión, autolesiones o ideación suicida. Más del 95 % de las consultas fueron iniciadas por los propios jóvenes y el 75 % se realizaron a través de WhatsApp y redes sociales, reflejando una mayor conciencia sobre el autocuidado emocional y la preferencia por canales digitales.
“Garantizar el bienestar emocional desde la infancia no solo salva vidas, sino que transforma comunidades enteras. La salud mental es el cimiento del desarrollo humano”, concluyó Sanabria.