Una iniciativa pionera que analiza la información generada por los teléfonos móviles está mostrando resultados esperanzadores en la prevención del suicidio. El proyecto, liderado por el Dr. Enrique Baca-García, jefe del Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica del Grupo Quirónsalud, y financiado por las ayudas CaixaResearch de Investigación en Salud 2023, se desarrolla actualmente en siete hospitales de España, y ya ha logrado reducir en un 50 % los intentos de suicidio en solo tres meses de implementación.
La clave está en el análisis de datos captados por sensores del teléfono móvil, como los patrones de sueño, desplazamiento, horarios de actividad física y cambios en la rutina diaria, todo ello con el consentimiento del paciente y sus familiares. Algoritmos diseñados específicamente para el proyecto identifican desviaciones significativas en el comportamiento habitual de personas con antecedentes de conductas suicidas, generando alertas tempranas que activan protocolos de intervención personalizados.
“Si una persona empieza a dormir menos o modifica drásticamente sus hábitos, el sistema lanza una alerta y activa un plan de seguridad, que incluye estrategias para evitar pensamientos o conductas suicidas”, explicó Baca-García.
Una herramienta tecnológica con impacto clínico
Este enfoque innovador permite una monitorización en tiempo real, superando las limitaciones de los métodos tradicionales basados únicamente en entrevistas clínicas o autoevaluaciones, que dependen de la autopercepción del paciente. “Muchas veces, la persona en riesgo no reconoce sus propios síntomas”, señala el psiquiatra.
El estudio se centra en pacientes que ya han sido atendidos por intentos de suicidio en hospitales de cuatro comunidades autónomas, con una muestra estimada de entre 1.200 y 1.800 personas. Los investigadores buscan ahora validar si la eficacia observada en el corto plazo se mantiene a mediano y largo plazo, con el objetivo de lograr una reducción global del 75 % en muertes por suicidio.
Prevención personalizada con una semana de anticipación
Uno de los avances más destacados del proyecto es la capacidad de predicción con hasta una semana de antelación. Esto permitiría desplegar intervenciones preventivas justo antes de una posible crisis. Según el Dr. Baca-García, aproximadamente el 70 % de las personas que han intentado suicidarse lo harán nuevamente al menos una vez durante el año siguiente.
“Queremos poder identificar de forma clara a esas personas y actuar a tiempo. La tecnología puede convertirse en un vigilante silencioso que detecta y avisa antes de que sea demasiado tarde”, concluyó.
Este estudio refleja cómo la combinación de ciencia, salud mental y tecnología puede ofrecer soluciones reales a uno de los desafíos más urgentes de salud pública a nivel mundial. Según la OMS, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y 29 años, cobrando la vida de cerca de 800.000 personas cada año.
Créditos:
Fuente original: Ángel Alonso Giménez / EFE Salud.
Con información de Fundación «La Caixa».
Imágenes: EFE / Juan Carlos Gomi y EPA / Facundo Arrizabalaga.