En cada temporada, la influenza vuelve a recordarnos que no es “solo un catarro”. La Organización Mundial de la Salud estima alrededor de mil millones de casos de gripe cada año, con 3–5 millones de cuadros graves y 290,000–650,000 muertes respiratorias en el mundo. La carga es desigual: la mayoría de las muertes por infecciones respiratorias bajas relacionadas con influenza en menores de 5 años ocurre en países en desarrollo. Estas cifras, actualizadas en 2025, sostienen el principal mensaje sanitario: vacunarse salva vidas.
En la Región de las Américas, la OPS/OMS mantiene una vigilancia estrecha de los virus respiratorios. A comienzos de octubre (SE 39, 2025) la actividad de influenza alcanzó niveles epidémicos en algunos países del Caribe —incluida República Dominicana—, aunque ya con tendencia a la baja; hacia finales de octubre (SE 42), la positividad regional en el Caribe descendió hasta ≈5.5%. Este dinamismo estacional subraya la necesidad de anticipar la campaña de vacunación y proteger a los grupos de riesgo antes del pico.
Para República Dominicana, el Ministerio de Salud Pública reportó a lo largo de 2025 circulación de influenza A(H1N1)pdm09, A(H3N2) e influenza B, junto con otros virus respiratorios (VSR y SARS-CoV-2), e intensificó las recomendaciones preventivas. En junio (SE 21) se confirmó la co-circulación de influenza A(H1N1)pdm09 y SARS-CoV-2; y en comunicaciones oficiales se reiteró que toda persona desde los 6 meses puede vacunarse de manera gratuita en los puestos habilitados. Estas acciones buscan amortiguar la carga de casos y evitar desbordes asistenciales.
La vacuna contra la influenza tiene un objetivo claro: prevenir enfermedad grave y muerte. En nuestra región, 42 países y territorios ofrecen la vacunación estacional a grupos de alto riesgo definidos a nivel nacional (usualmente: embarazadas, adultos mayores, personal de salud, personas con comorbilidades, niños pequeños). Estos lineamientos, respaldados por la OPS/OMS, son la base de las campañas anuales y de la priorización cuando hay picos de circulación viral.
¿Funciona la vacuna? La evidencia más reciente del CDC muestra que la efectividad global ajustada de la vacuna 2024–2025 alcanzó ~56% en estudios multicéntricos de EE. UU., una cifra consistente con temporadas previas bien emparejadas con las cepas circulantes. Aunque la efectividad varía por edad, subtipo y desenlace, el patrón es claro: vacunarse reduce de forma sustancial el riesgo de enfermar y, sobre todo, de hospitalizarse.
Además de la protección directa, la vacunación tiene beneficios poblacionales: menor transmisión comunitaria, menos consultas y hospitalizaciones en los picos estacionales y alivio para los servicios de urgencias y UCI. En la última temporada norteamericana (septiembre 2024–agosto 2025), Estados Unidos registró más de 545,000 hospitalizaciones asociadas a influenza; recortar esa cifra temporada a temporada mediante la vacuna significa camas disponibles y personal menos saturado.
En República Dominicana, el MSP ha reforzado la vigilancia y las campañas: se convocó a embarazadas, mayores de 65 años, personal de salud y personas con afecciones crónicas como prioridades de vacunación, manteniendo la oferta gratuita a la población desde los 6 meses de edad en centros públicos. Integrar la vacunación de influenza a los controles rutinarios (prenatales, crónicos, pediatría) es una estrategia costo-efectiva para elevar coberturas a tiempo.
Por otro lado, las medidas preventivas son altamente recomendadas durante todo el año, ya que la circulación solo incrementa más entre octubre y marzo, lo que se conoce como este lapso como periodo de gripe estacionaria. Dentro de las medidas preventivas se citan el uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento social y el aislamiento social, ya que son transmitidas por gotas o aerosoles al estornudar, toser, hablar o por superficies de objetos contaminados con fluidos como saliva. Estas medidas no solo actúa contra la transmisión de la gripe o influenza, sino además para otras infecciones virales respiratorias como SARS COV 2, virus sincitial respiratorio, metapneumovirus, entre otras.
Por: Dr. Felvill Villalona.
Epidemiólogo
Fuentes:
OPS
CDC
DIEPI
