Desde un punto de vista emocional, mantener relaciones sexuales durante tratamientos de reproducción asistida ayuda a fortalecer el vínculo amoroso.
Además, suele ayudar a aliviar el estrés asociado con este tipo de procedimientos médicos.
En una entrevista con EFEsalud, la doctora María Teresa Draper, médica experta en reproducción responsable de la clínica de reproducción asistida Ginemed Barcelona, explica que cuando una pareja empieza un tratamiento de fertilidad muchas veces el sexo queda en segundo plano, porque se centran solo en la reproducción.
“Este proceso provoca estrés, ansiedad, miedo y todo esto es el mejor antilíbido que hay, por eso es importante insistir un poco en que se mantenga la relación sexual lo más natural y espontánea posible”, explica la experta.
Además, la liberación de endorfinas también contribuye a una sensación general de bienestar.
Qué tener en cuenta según el tratamiento de fertilidad asistida que se esté realizando
El doctor Martín Vallejo incide en las recomendaciones que se deben tener en cuenta, ya que todos los tratamientos de fertilidad no funcionan de la misma manera.
En la Inseminación Artificial se introducen los espermatozoides en el interior del útero de la mujer en un momento próximo a la ovulación.
Por lo general, con este tratamiento de reproducción asistida las parejas podrían mantener la actividad sexual.
“El coito podría aumentar la calidad de espermatozoides en el tracto reproductivo de la mujer, lo cual resultaría beneficioso, siempre y cuando las relaciones sexuales sean bien toleradas por la paciente”, añade el experto.
En el caso de la Fecundación In Vitro (FIV), los óvulos son fecundados por espermatozoides en el laboratorio de reproducción asistida, dando lugar a los embriones.
A continuación, un médico especialista en fertilidad transfiere el embrión en el interior del útero de la mujer.
El especialista aclara que la actividad sexual durante la FIV es positiva, especialmente en torno a la transferencia embrionaria.
Sin embargo, aconseja no mantener relaciones sexuales antes y después de la punción ovárica por la incomodidad que puede generar en la mujer.
Otro de los motivos para no recomendarlas en este momento es el riesgo de torsión de los ovarios, al estar aumentados de tamaño por la medicación de la estimulación ovárica.
¿Qué pueden hacer los profesionales de la salud?
Según el punto de vista de la doctora Draper, los profesionales sí que aconsejan a sus pacientes, se les dan indicaciones, pero suelen ser muy escasas.
La experta proponer incorporar una pequeña sesión por parte del ginecólogo o incluso con la ayuda de un sexólogo externo.
Recomienda hacer una pequeña valoración de su sexualidad en la primera visita y darles la importancia que tiene mantener esas relaciones sexuales.
También analizar si esa sexualidad se ha visto deteriorada con los años de infertilidad que puede llevar la pareja acumulados.
“Creo que hay que empezar a hablar un poco más de sexo dentro de las consultas de fertilidad”, indica la especialista.
Separar el sexo de la reproducción
La doctora de Ginemed hace hincapié en que la clave para mantener una buena intimidad y actividad sexual es separar el sexo de la reproducción.
Normalmente, las parejas que se someten a tratamientos de fertilidad son parejas que vienen muy desgastadas emocionalmente.
“Para ellos, en este momento el sexo es lo último de la fila. Lo que más les interesa es un niño. Hay que respetarlo porque forma parte de todo un proceso de duelo, pero también hay que poner en valor la sexualidad, que también los va a ayudar a ellos a hacer un poco más de equipo, a estar unidos”, explica la doctora Draper.
Además, la comunicación también es esencial.
“Es bueno que se hable del tema relajadamente e incluso si algún miembro de la pareja tiene algo que decir que lo diga, siempre con mucho tacto”, aconseja la especialista.
Por último, la doctora Draper concluye que hay que normalizar la sexualidad, fomentarla dentro de los tratamientos de fertilidad y ayudar a los pacientes a quitarle hierro a estas cuestiones y mantener activas las relaciones sexuales.