Un incendio originado en la sexta planta de un hospital de San Petersburgo ha matado a cinco enfermos de coronavirus.
Las autoridades rusas van a revisar la seguridad de los ventiladores Aventa-M y a dejar de usarlos ya que se cree que han podido provocar el fuego, por lo que se dejarán de usar temporalmente en los hospitales de Rusia.
Según parece, un respirador se sobrecargó y empezó a arder, obligando a evacuar el edificio.
Se trata del segundo incidente de este tipo que sufre un hospital ruso en los últimos tres días. El sábado, en Moscú, un paciente murió y otros tres resultaron heridos al estallar en llamas otro respirador que también se habría sobrecalentado.
Ambos casos están ligados a la utilización constante de estos aparatos para atender al aluvión de enfermos de COVID-19 que se ha registrado en las últimas semanas. Los dos respiradores fueron fabricados por la misma empresa.