La infertilidad ha sido motivo importante de preocupación a través de los años ya que afecta alrededor del 15 % de las parejas a nivel mundial. En general, el factor masculino es responsable de aproximadamente la mitad de los casos de infertilidad, siendo necesario no
sólo la evaluación por infertilidad de la mujer, sino también el hombre debe de ser evaluado.
De acuerdo a la Organización Mundial de la salud, la infertilidad se define como la incapacidad de lograr clínicamente un embarazo luego de 1 año de relaciones sexuales regulares, sin protección o utilización de cualquier método anticonceptivo.
La infertilidad es una condición con implicaciones psicológicas, económicas y médicas que generan trauma y estrés en la pareja, particularmente en un entorno social como el nuestro que enfatiza de manera importante la maternidad.
La infertilidad masculina es producida comúnmente por alteraciones o deficiencias en la calidad
del semen, ya sea en la concentración, motilidad o morfología de los espermatozoides, en al
menos una muestra de dos espermatogramas o análisis del semen recolectados con 1 y 4 semanas de diferencia.
Los parámetros espermáticos por debajo de los valores normales considerados más significativos son: la baja concertación de espermatozoides denominado oligozoospermia o no producción de esperma, azoospermia, la escasa motilidad de los espermatozoides o astenozoospermia y la morfología anormal de los espermatozoides o teratozoospermia. Por lo tanto el espermatograma sigue siendo nuestra herramienta más útil, proporcionándonos información sobre la formación, madurez y producción de los espermatozoides, así como también la calidad del esperma, aunado con la sonografía escrotal doppler, la historia clínica y exploración física, para detectar los problemas de infertilidad masculina. Partiendo de estas se realizarán las demás pruebas complementarias de ser necesarias, para llegar al diagnóstico.
Existen factores de riesgo asociados a la infertilidad como la edad, consumo de tabaco y alcohol en exceso, obesidad, condiciones médicas como el varicocele, causa frecuente de infertilidad ya
que disminuye la producción y calidad del esperma, el no descenso de los testículos al escroto, problemas hormonales, trastornos genéticos y utilización de ciertos medicamentos que pueden afectar la fertilidad masculina.
Conocer la etiología de la infertilidad masculina nos ayuda a lograr un diagnóstico certero y ofertar el tratamiento adecuado, permitiéndonos obtener los resultados positivos tan deseados por la pareja.
La buena noticia es que en su mayoría los casos de infertilidad son tratables, gracias a la tecnología y métodos modernos disponibles actualmente, que van desde terapias medicamentosas hasta tratamientos quirúrgicos y técnicas de reproducción asistida, aun así, lamentablemente existe un porcentaje de los casos que desconocemos la etiología dificultando su tratamiento.
La infertilidad o la imposibilidad de procrear de la pareja trae consigo como mencioné anteriormente repercusiones psicológicas importantes, por lo que es trascendental contar con el apoyo de profesionales de la salud especializados en este ámbito, debe prevalecer una relación de cordialidad y cooperación entre el urólogo y el ginecólogo de manera que les sea posibles ofertarles la opción terapéutica apropiada.