Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en las mujeres a nivel mundial.
Históricamente, la enfermedad coronaria fue considerada de hombres y la salud de la mujer se conceptualizó en términos de “enfermedades del bikini”, enfocándose especialmente en las mamas y el aparato reproductivo.
Sin embargo, se debe dar una cuidadosa atención al manejo individual de los factores de riesgo antes de que aparezcan los síntomas clínicos de las enfermedades cardiovasculares en la mujer, así lo establecen las ginecólogas de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), María del Pilar Vargas Porras y Albelys Reynoso Merán.
Ambas dicen que la mortalidad en la mujer no ha disminuido en la misma proporción en la que lo ha hecho en el hombre. A pesar de las impresionantes mejoras en la mortalidad cardiovascular en las últimas dos décadas, la cardiopatía isquémica sigue siendo poco estudiada, subdiagnosticada y subtratada en mujeres.
La influencia de la edad
La cardiopatía isquémica afecta más frecuentemente a las mujeres postmenopáusicas. Sin embargo, las mujeres jóvenes (entre 40 y 49 años) presentan peores perfiles de factores de riesgo, mayor mortalidad, mayores hospitalizaciones y tienen dos veces más rehospitalizaciones.
Según estadísticas, la cardiopatía isquémica o infarto agudo de miocardio, afecta a 6,6 millones de mujeres estadounidenses anualmente y sigue siendo la principal amenaza de morbilidad y mortalidad en ellas.
“La prevalencia de infarto de miocardio y la muerte súbita son más altas en mujeres negras que en todos los otros grupos raciales y étnicos de mujer.