La OMS recuerda en el inicio de esta campaña que el alto consumo de sal aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas causantes de tres millones de muertes anuales en el planeta, por lo que la reducción del sodio es una forma sencilla de mejorar la dieta y a la vez salvar vidas.

«La mayoría de la gente no sabe cuánto sodio consume ni el riesgo que ello supone. Necesitamos que los países establezcan políticas para reducir el uso de sal e informen a la sociedad para que tomen correctas decisiones a la hora de alimentarse», subrayó al respecto el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El experto etíope también indicó que la industria alimentaria y de bebidas «debe reducir sus niveles de sodio en los alimentos procesados», para lo cual la nueva lista de recomendaciones de la OMS debería servir de punto de partida.