Para disminuir el riesgo de padecer cáncer de colon es necesario mantener buenos hábitos alimenticios con una dieta saludable, realizar ejercicio físico, evitar los hábitos tóxicos e hidratarse adecuadamente.
La recomendación la hace la doctora Thamy Beltré, neurogastroenteróloga de Hospiten Bávaro, al conmemorarse este 31 de marzo el Día Internacional contra el Cáncer de Colon, quien aprovecha la fecha para llamar a la población a “mantener un estilo de vida saludable”.
“Existe evidencia que demuestra que, con una dieta alta en carnes y alimentos procesados, como los embutidos, hay una mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal, contrario a una dieta balanceada alta en fibras, frutas y verduras, que disminuye la probabilidad de este cáncer”, explicó.
La doctora Beltré, asegura que el cáncer de colon tiene causas multifactoriales, siendo la edad avanzada la más preponderante, por lo que considera necesario realizarse una colonoscopia a partir de los 45 años; o realizarse el estudio con regularidad, cuando familiares muy cercanos (padre, madre o hermanos) padecen o han padecido la enfermedad.
“Este cáncer está relacionado con la edad, es decir, mientras más avanzada, mayor es la probabilidad de padecer de cáncer colorrectal, pero existen otros factores de riesgo modificables, que son los que la conducta humana puede cambiar como el fumar, sedentarismo, alta ingesta de carnes y alimentos procesados, alcohol y obesidad”, explicó.
La especialista de Hospiten Bávaro clasificó el cáncer de colon entre esporádico y hereditario, “siendo este último el 5% de la población afectada; y entre sus principales entidades están el síndrome de Lynch (o cáncer de colon no polipósico hereditario), y poliposis adenomatosa familiar”.
Beltré dijo que el tipo de célula que desarrolle el cáncer incide en los síntomas, evolución y pronóstico. Existen varios tipos como el adenocarcinoma (el más común), el carcinoma epidermoide, los tumores carcinoides, los sarcomas, los melanomas o los linfomas, que son los menos frecuentes.
Los procedimientos o pruebas para detectarlo incluyen el estudio de sangre oculta en heces o test de Guayaco, test de inmunoquímica fecal (FIT), colon baritado, la tomografía, resonancia magnética, colografía por tomografía, cápsula endoscópica y la colonoscopia, siendo esta última la de elección por permitir no sólo diagnosticar, sino también extirpar las lesiones encontradas.
La colonoscopia -dijo- no es más que un procedimiento que se realiza para explorar todo el intestino grueso, y centímetros de la última porción del intestino delgado, con el objetivo de identificar cambios y ofrecer tratamiento.
De acuerdo con la doctora Beltré, los tratamientos pueden ir desde la extirpación de la lesión a través de colonoscopia, hasta tratamiento paliativo, pasando por radioterapia, quimioterapia y/o cirugía, lo que dependerá de la fase acorde a la clasificación TNM (correspondiente a las siglas en inglés tumor (T), node (N) y metástasis (M) en que se encuentre el tumor.