Se entregan nuestros médicos, muchas veces sin las más mínimas condiciones de protección, a sabiendas de que pueden contagiarse y contagiar a sus familiares.
Sería interesante saber, si estos buscadores de almuerzo, come comidas, investigaron si existe algún consentimiento informado a favor de los médicos que nos enfrentamos a estos pacientes y que favorezca al médico que se exponga y al tratar pacientes, pueda morir o sus familiares. Pues, señores mercaderes, la respuesta es ¡NO!
Sabían, también señores del derecho, que los médicos, a pesar de estos riesgos, ¿ustedes creen que persiguen algún dinero extra? La respuesta es ¡NO! Apenas un incentivo de 10,000 pesos por el período de emergencia y no quieren dárselo a todos los médicos.
Si fuera por todos nosotros, en esas condiciones no atendiaramos pacientes, pero a diferencia de los abogados, que tienen que defender hasta el más grande de los asesinos, nosotros solo tenemos la opción que por vocacion nos dio Dios e Hipocrates «salvar vidas», pues por mala suerte en esa atención muchas veces somos deborados por ustedes, con demandas médicas, pero cada día, nos enseñan con cosas como estas, a cuidarnos más.
Estamos en República Dominicana, y nuestro norte es la continuación del país, por tanto, señores abogados, oportunistas sanitarios, la Ley 42-01, Ley General de Salud, que sustituyo la 44-71, llamada Código Trujillo, en su artículo 12, establece la rectoria del sistema al Ministerio de Salud Pública, por ende, le da el mandato al Ministro para que en momentos como este, en el cual no hay un tratamiento específico en el mundo, se aborde un esquema de tratamiento que ha dado respuesta basadas en las evidencias y los resultados se han establecido por protocolos particulares.
Nuestros héroes anónimos, que de sol a sol se entregan todos los días a enfrentar a un enemigo silente, sin forma, sin distinción de personas, clases sociales, color de personas, ni estatus.
Vemos, cómo fueron invadidas en todas las redes sociales la noticia sobre asesoría de unos mal llamados abogados, que sin tener la más mínima cordura atizan sus cañones.
Señores inhumanos, lamentamos decirles, que como abogados, deben conocer mejor las leyes sanitarias y que ustedes lo único que merecen es que el Consejo de Sociedades Especializadas y el CMD dirijan una instancia al Colegio de Abogado para que les cancelen el exequatur y no ejerzan más en el país y asimismo que el Ministerio de Salud, que autoriza el tratamiento, acompañe a los pacientes a querellarse contra estos mercaderes del derecho.
¡Estos no son personas, estos son monstruos!
Las autoridades mantienen las mismas medidas y exhortan a la población a practicarlas de manera rigurosa, Mantener distanciamiento de al menos un metro entre dos personas, uso de mascarillas en espacios laborales y públicos, Cuidado y aislamiento en el hogar de las personas que presenten signos y síntomas leves, buscar atención en los centros de salud si presenta fiebre, tos y dificultad respiratoria.