Por: Cristina Sánchez / EFE
La inequidad, garantizar la calidad de los medicamentos, la apertura a nuevas tecnologías y la lucha contra la corrupción son los principales retos de los sistemas de salud en América Latina, coincidieron expertos.
«La región en su conjunto sigue teniendo desafíos en términos de cobertura y calidad», dijo este sábado a Efe el maestro Roberto Martínez Yllescas, director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México para Latinoamérica.
El especialista señaló que los sistemas de salud en Latinoamérica están relacionados, en gran medida, con la cobertura y la equidad.
«La clave está en disminuir el grado de vulnerabilidad en pacientes de menores recursos», indicó.
Según el informe Tracking Universal Health Coverage: 2017 Global Monitoring Report realizado en conjunto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial al menos la mitad de la población mundial está privada de servicios de salud esenciales.
En ese sentido, Cristian Morales Fuhrimann, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México, destacó que en los últimos 40 años no se ha avanzado en el combate de la inequidad en la atención a la salud.
«Al contrario, se han acentuado diversos mecanismos como la segmentación y fragmentación de los sistemas de salud», refirió.
Un ejemplo claro se vive en México, pues es el segundo país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el que el paciente ha de destinar más recursos propios para recibir tratamiento.
De esta manera, el llamado gasto de bolsillo -lo que tiene que poner el paciente de su propio dinero para atender las enfermedades- supone el 45 % del gasto total de salud en el país.
Esto, aseveró Martínez Yllescas, es grave pues la salud «es una palanca de inclusión social»
«Porque no solo se trata del bienestar que se consigue estando en una situación de salud, sino también en términos económicos», dijo.
En tanto, el doctor Rafael Grossmann, primer médico en el mundo en utilizar la tecnología Google Glass para operar, resaltó que mejorar el acceso a nuevas tecnologías pueden cambiar la realidad en la que hoy se encuentra el acceso a la salud.
«Si bien, las nuevas tecnologías se pueden utilizar para entretener, también pueden prevenir, curar y rehabilitar problemas de salud», aseveró.
Explicó que la tecnología puede ayudar a democratizar el acceso a la salud pues «hay 5.000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a servicios de cirugía seguros y asequibles, pero tenemos la tecnología para acortar esa brecha», indicó.