Cada tercer jueves de junio se celebra el Día Mundial del cáncer de Riñón, que fue establecido por la Coalición Internacional contra el Cáncer de Riñón en el 2017. El propósito de este día es sensibilizar y concienciar a las personas de la salud acerca de esta patología que afecta a millones de personas en el mundo.
El cáncer de riñón es la segunda causa de muerte en América y para el año 2030 se espera que aumente en un 32% el diagnóstico de personas con este tipo de enfermedad. Esto se debe a la modificación de los hábitos que ayudarán a que se incremente el riesgo de padecerlo.
El carcinoma de células renales, más conocido como cáncer renal, es un tipo de tumor que se origina por la multiplicación sin control de las células del riñón. Se trata de una enfermedad silenciosa, poco visible y que no presenta síntomas en las etapas iniciales.
Entre un 20% y un 30% de los casos, se diagnostican cuando la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas»
A la fecha las alternativas terapéuticas, como la inmunoterapia, que están a la vanguardia de los últimos desarrollos mundiales, representan una verdadera revolución para enfrentar al cáncer, ya que permiten mejorar la calidad de vida y aumentar la sobrevida de pacientes con esta patología.
La detección la mayoría de las veces se realiza por hallazgos casuales en estudios de rutina o motivados por otras sintomatologías, como puede ser análisis de sangre o ecografías abdominales», esto debido a la ausencia de síntomas en etapas tempranas.
Las personas que tienen familiares de primer grado con cáncer de riñón, como padres, hermanos o hijos, tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Si bien varios de esos factores de riesgo no son modificables, especialistas destacan la importancia de intervenir sobre aquellos que sí pueden cambiarse: como el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión arterial.