La agresión de un paciente y sus familiares a los miembros de la seguridad y un médico residente del hospital Doctor Darío Contreras no de repetirse, debido a que la misma constituye un hecho que, además de bochornoso y de mal gusto pone en peligro la vida de las personas que visitan los hospitales y la de los empleados.
Las autoridades competentes deben buscar una solución inmediata a la situación antes que se torne incontrolable, dejando como resultado una tragedia. La oportuna visita del director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud, licenciado Chanel Rosa Chupany bajo la tensión que podría causar ese altercado.
En vez de buscar culpables, los actores de la salud, gremios y personalidades deben barajar fórmulas que faciliten el acceso a los familiares de los pacientes en áreas donde la integridad física de los empleados administrativos, médicos y enfermeras no sea afectada.
Entendemos la presión de un paciente o de un familiar ante una situación de enfermedad, pero también nos identificamos con el médico o el empleado del hospital y dada la situación exhortamos a las autoridades y protagonistas del sector salud que no permitan que se repitan las escenas que pudimos observar en el hospital Darío Contreras.